viernes, 12 de febrero de 2010

Reloading...


















Saludos a todos los lectores del blog, proximamente esperamos continuar con nuestras historias para lo cual se realizarán cambios en el blog.

Atte.

Krakilin

domingo, 10 de agosto de 2008

02















Eduardo, luego de esa trágica noche, tras intentar explicar a las autoridades lo sucedido, fue internado en una clínica siquiátrica.

Durante los cuatro meses que duro su permanencia en esta clínica, Eduardo solo pudo recuperar algo de cordura aferrándose a las drogas y llegando a creer que todo lo pasado no había sido mas que una enfermedad mental que lo hizo imaginar cosas y dañarse a si mismo culpando mas tarde a sus alucinaciones.

A pesar de esto, Eduardo cada noche miraba su mano y recordaba, sin poder olvidar la cara de ese niño el cual en tan solo un par de minutos le había quitado todo menos la vida, ya no tenia trabajo, posiblemente no se le dejaría volver a ver a su hijo y peor aun ya no estaba seguro de si pudiese volver a vivir de forma natural.

Al volver a casa, todo parecía normal, una pequeña mancha de sangre donde perdió su dedo era todo lo raro que se podía ver.

Esa misma noche Eduardo se dispone a dormir, cuando nuevamente los destrozos en su casa comienzan, Eduardo muerto de miedo se toma la cabeza dispuesto a gritar, pero por alguna razón se detiene y piensa, he perdido todo ya, no temo morir, si son alucinaciones debo hacerlas desaparecer, si no son, prefiero que me maten ahora antes que vivir atormentado por siempre.

Corre hacia el living de su casa, enciende la luz y se encuentra con un hombre de su estatura, vestido formal, tes blanca, ojeroso, notoriamente llevaba días sin dormir, este hombre al verlo se hace con un cuchillo y se abalanza hacia Eduardo, lo toma por el cuello con una mano y firmemente lo presiona en contra de la pared diciendo, tu le perteneces, así como yo también.

No seas estupido, no te opongas, lo único que conseguirás es desear la muerte.

Al mismo tiempo que pasa el cuchillo cerca de los ojos de Eduardo, quien temblando pregunta…

A quien?

El hombre se pone histérico, comienza a gritarle a Eduardo, cada vez mas fuerte, su cara comienza a ponerse roja, a causa de la fuerza con la que grita, mas y mas fuerte, de su boca comienza a salir sangre y manchar a Eduardo, el hombre no se detiene, continua gritando con esa descomunal fuerza y salpicando sangre, Eduardo en shock intenta safarse, sin conseguirlo, la cantidad de sangre que salpica el hombre comienza a ser demasiada, al mismo tiempo, Eduardo siente como el paso de aire se va cerrando, la fuerza del hombre aumenta, siente como su cuello en cualquier momento puede romperse, lo único en lo que piensa es que que su agresor se desmaye o muera a causa de la perdida de sangre, la cual a esas alturas ya empapaba sus ropas, el hombre a causa de la gran cantidad de sangre en el suelo se resbala soltando a Eduardo, quien aprovecha la ocasión para salir corriendo fuera de su casa, el hombre corre tras el, tambaleándose y babeando sangre, Eduardo corre desesperadamente sin dirección alguna, en lo único que puede pensar es en correr, correr por su vida, correr como nunca antes lo había hecho.

Horas mas tarde, luego de haber escapado y pensado largo rato lo sucedido, entiende que no puede recurrir a las autoridades, ya que en ese caso seria internado nuevamente y mas aun si llegase cubierto de sangre, por lo cual pasa la noche en un callejón cerca de casa y regresa a la mañana siguiente.

Al llegar se da cuenta de que la puerta aun esta abierta, nadie se percato del gran caos que se había desarrollado la anterior noche, sigilosamente ingresa a casa, con total cuidado, atento a todo lo que pudiese ocurrir, ingresa solo lo suficiente como para tomar un cuchillo y su libreta.

Es cuando nuestro protagonista decide ir en busca de aquel extraño niño, a través del cual comenzó su nueva vida, la que no tiene futuro ni dirección alguna que no sea la muerte o la locura.

Eduardo llega a la dirección que tenia anotada, siente el temor de la gente que lo ve al pasar, claro, un hombre lleno de sangre seca caminando por ahí con un cuchillo en la mano no es algo que se vea todos los días.

La puerta de aquella casa se encontraba abierta, por lo que Eduardo entra cuidadosamente.

Ve al hombre de la noche anterior, tirado de espaldas en el suelo.

El hombre parece inconciente, por lo que Eduardo se acerca para quitar el cuchillo de su mano, al hacerlo se da cuenta de que no solo ya no tenia el cuchillo.

Le faltaba el meñique izquierdo.

Eduardo bruscamente se hecha hacia atrás al ver esto, sin darse cuenta golpea un macetero, el cual cae y se rompe. El sonido despierta al hombre, quien al ver a Eduardo intenta gritar sin conseguirlo.

El daño en su garganta es serio al parecer, el hombre en el suelo aterrado, sin poder gritar, hace muecas de dolor, al ver su mano vuelve su vista hacia Eduardo y comienza a llorar.

Eduardo mira fijamente al hombre y le dice:

Creo que tu también le perteneces.

Veo que nada sabes, al igual que yo.

Ahora lo mejor es que me marche, la gente en la calle ha de haber llamado a las autoridades y yo no estoy en una buena posición para hablar con ellos.

Mientras habla con el hombre este se desmaya…

Eduardo al ver que ya no esta siendo escuchado, rápidamente se lava la cara, se viste con ropa limpia que encuentra en la casa del hombre y se marcha por el patio trasero.

El hombre, despierta mas tarde en la camilla de un hospital.

Comienza a llorar desconcertado y pensando en:

Que mierda le esta pasando…

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Bueno, ese fue nuestro segundo episodio.

Espero le haya gustado.

Disculpen la tardanza, el equipo de yo solo trabaja lo mas rápido que puede.

martes, 5 de agosto de 2008

01















El titulo será revelado al finalizar este primer episodio.

Bueno…

Creo que es la hora de dar comienzo a este juego…


Eduardo Dinamarca…

Nos trasladamos a nuestra actual época, una ciudad común, como cualquier otra.

Nuestro protagonista es un profesor de matemáticas en escuela, de unos cuarenta y cuatro años, un hombre solitario a causa de su frustración al no alcanzar sus metas en la vida.

Siempre diciendo en su cabeza algo como:

Por que estudie esto… Pude llegar mas lejos… ya es tarde…

Este hombre tenia un hijo de unos trece años en un matrimonio separado, su esposa lo había dejado y no le permitía reunirse con el hace ya algunos años.

Básicamente se encontraba sumergido en una rutina de trabajar para comer y comer para vivir, lo único que le impedía tomar medidas suicidas era su miedo a la muerte.

Todo comienza una noche en la cual este hombre se encontraba en casa revisando las pruebas de sus alumnos.

Notó que uno de estos como ya era costumbre le había jugado una broma escribiendo en vez de su nombre:

Me perteneces…

Eduardo tachó la prueba sin revisarla, la dejo a un lado y continúo revisando las demás, al siguiente día vería a quien correspondía la broma y sancionaría al culpable.

Luego de revisar las pruebas se fue a dormir, esa noche mientras dormía fue despertado durante la madrugada por un fuerte golpe en la pared de su habitación el cual hizo retumbar toda la casa, el hombre asustado retomo la conciencia ya sentado en su cama con su mano en el pecho, aun desorientado estiró su brazo para encender la luz del velador, justo cuando estaba por alcanzarla el velador completo cayo al suelo.

Se oyó claramente como la lámpara se rompía al caer, seguido de eso unos pasos frenéticos que corrían de su habitación hacia el living de la casa donde en lapsos de mas o menos tres segundos se escuchaba como las cosas se rompían y caían al suelo…

El hombre asustado, sólo y en total oscuridad temblando miraba en dirección a la puerta mientras escuchaba atentamente lo que sucedía intentando comprender que estaba pasando.

Se levanto lentamente de su cama y camino hacia la puerta, justo antes de salir de la habitación, esta “cosa” lanzo su televisor con tal potencia que este reventó en la bisagra de la puerta, obligándolo a mantenerse dentro sin pensar siquiera en asomarse.

Cinco minutos más tarde el caos cesó…

Eduardo espero otros cinco minutos mas para salir finalmente, caminar al living encender la luz y ver toda su casa hecha añicos, para su sorpresa la puerta estaba con llave y sin marca alguna de forcejeo…

Por razones obvias en conjunto con una larga visita por parte de las autoridades, Eduardo se fue al liceo sin volver a dormir esa noche.

Luego de entregar la prueba a todos sus alumnos salvo uno, recordó la broma que le había sido jugada, revisó el libro de clases para ver el nombre del culpable, pero esto fue un poco mas desconcertante…

El alumno faltante tenia por nombre Eduardo Dinamarca Perteneces…

No registraba faltas excepto por ese mismo día.

En ese instante Eduardo corrió hacia la dirección del liceo para preguntar acerca de este alumno. Efectivamente en el liceo había un joven de trece años llamado Eduardo Dinamarca Perteneces. Eduardo tomo nota de todos sus datos, no había números telefónicos, pero sí una dirección.

Dado que los apellidos de los padres correspondían y no se presentaba alguna irregularidad en los datos entregados Eduardo no le dio más importancia a la broma y volvió a terminar con su clase.

Camino a casa no dejaba de intentar recordar la cara de este joven, ya que a pesar de haberlo resuelto como una simple broma sin relación con lo ocurrido la noche anterior le causaba cierta curiosidad.

Eduardo llega a casa a eso de las ocho.

Abre la puerta.

Ingresa en su casa, tras cerrar la puerta enciende la luz y escucha la vos de un niño de unos trece años que le dice lenta y de una forma delirante…

Tu me perteneces…

El hombre automáticamente entra en pánico, voltea la mirada y ve como un pequeño niño tirado en el suelo al cual notoriamente acababan de sacarle los ojos sin cuidado alguno, arrastra su cuerpo hacia el lentamente…

Eduardo siente como sus piernas se congelan justo antes de caer al suelo tomando su cabeza con ambas manos y gritando histéricamente.

El pequeño niño llega hasta él, que con sus ojos cerrados no se percata de esto. Lo toma fuertemente de la muñeca izquierda sin que Eduardo pueda soltarse, por lo cual abre los ojos y ve como el meñique de su mano es arrancado de una lenta mordida, por mas que intenta safarse no lo consigue. Eduardo grita con todas sus fuerzas mientras que siente como la conciencia abandona su cuerpo poco a poco, el dolor va desapareciendo y el temor apagando la luz dejándolo inconciente tendido en el suelo…

A la mañana siguiente Eduardo despierta y al darse cuenta de que todo lo sucedido la noche anterior fue real, comienza a llorar diciendo…

Que mierda me esta pasando…

---------O---------

He aquí el primer capitulo de esta miniserie titulada:

Que mierda me esta pasando…

Espero les haya gustado…

Saludos a todos los lectores del blog

Fabi: Muchas gracias por tu ayuda, no dudo que tendría la mitad de los lectores de no ser por ti….











viernes, 1 de agosto de 2008

Una historia de... No lo creo...


Bueno… Ya esta decidido, la próxima semana comienza la primera miniserie del blog.

Pero antes…

Muchísimas gracias a todos los lectores, ya que gracias a ustedes este energúmeno comienza a tomar forma. En especial a quienes se dan el tiempo de comentar.

No adelantare mas cosas jejeje…

Así que mejor empezare con el relato de hoy…



Titulado:





No vengas…

Estoy muy contento ya que hoy finalmente vendrá mi hija. Han pasado ya dos meses sin verla, no puedo esperar a que llegue, son recién las seis de la tarde, ya tengo todo listo, compre las cosas? Si ya esta todo comprado, tengo su regalo a mano? Si eso también…

No aguanto la ansiedad, bueno eso me pasa por estar solo todo el tiempo…

Tocan la puerta… Debe ser ella!... pero son las siete… ella llegaba a la ciudad a las siete y media… ah! Que preocupon me he puesto desde que soy padre…

Ah!... pero que manera de tocar la puerta…

Y este quien es?

La imagen vista tras abrir la puerta es la de un hombre de unos veinticuatro años, de buena apariencia, bien vestido, llorando y con un desatornillador en la mano…

El joven dice… intente no gritar demasiado por favor…

Luego de esto lanza una potente estocada con el destornillador hacia el hombre, este por reflejo recibe el destornillador justo al centro de la mano derecha viendo salir la punta ensangrentada por el dorso de esta…

El hombre, logra salir corriendo con el desatornillador aun incrustado en su mano y se encierra en el baño de la casa.

Mierda… Duele!!! Quien es?... yo no tengo enemigos… por que me quiere matar?...

Esto no es un robo…

Por que vino?... por que yo?... que hago?... ahh!! Duelee!!

Mierda… y ahora me patea la puerta…. que hago?... alguien ayúdeme por favor no quiero morir así… de verdad tengo miedo… quiero que termine si es una pesadilla por favor alguien sáqueme de este mal sueño…

Argh! Pero como duele!!!

Que no se rompa la puerta… que no se rompa…

Que no pueda entrar…

No quiero que me mate…

Por que me pasa esto a mi!!?? Que hice…

La puerta dejo de sonar…

Se habrá cansado ya?... No... no creo… entonces?...

No hay mas formas de entrar a este baño… Argh! Mi mano…

Me sacare el desatornillador de la mano, pero no me separare de la puerta aun… si me despego y la patea estoy muerto…

Siento como si llevase horas aquí… pero son las siete y veinte apenas… que estará haciendo… tal vez si es un robo!!! Y si llega mi hija?..... NO!!!...

Hija demórate un poco mas por favor…

En ese momento un desatornillador atraviesa la puerta perforándole el hombro derecho al hombre…

Aaaarrrghh!!! Mierda!!!

El hombre tirado en el suelo del baño, ensangrentado y con el brazo inutilizado se apoya de espaldas viendo en dirección hacia la puerta que es violentamente pateada…

Una vez… casi se rompe…

Dos veces… no aguantara una mas…

Pasan unos segundos… una tercera patada, esta vez con impulso deja la puerta semiabierta por el lado de la bisagra se divisa al joven de ojos llorosos respirando fuerte y acelerado, observando con total determinación a su victima…

La prepotencia del joven entra en el baño violentamente mientras que su cuerpo avanza con una cierta calma, no una normal… es la calma de un hombre decidido a matar, sin costumbre alguna, sus manos tiritan, sus labios apretados haciendo una mueca de rabia con la barbilla temblando... no grite demasiado… no lo haga…

Me va a matar… lo se este joven me va a matar… mi corazón… aghhh!! Me va a dar un paro… ahhh!! No puedo respirar…. Aaahhh!! Cada latido duele mas!!!

El joven a dos pasos del hombre respira profundamente levantando el desatornillador, en estos momentos los tiritones de su mano ya son exagerados y la muerte segura…

El hombre en el suelo con una mano en el corazón y sufriendo un ataque intenta tapar su cara inútilmente con su brazo el cual no da respuesta alguna…

Intenta gritar, pero no puede. No salen sonidos de su cuerpo…

El joven entierra el destornillador en el pecho de su victima con brutal fuerza rompiendo una costilla… A esto el hombre da inicio a un grito interminable…

El agresor comienza a propinar veloces y potentes estocadas … A medida que lo hace el semimuerto hombre grita mas y mas fuerte… El joven a su vez aumentando la potencia y brutalidad de las estocadas…

Lentamente el grito se va transformando en una sangrienta y silenciosa gárgara…

Este es el fin… hija… no vengas… hija no lo hagas…

Ya no duele, a pesar de que sigue clavando y clavando … ya no siento…hija…

Siete y cuarenta llega la hija…

Luego de llamar a las respectivas autoridades…

Estas encuentran una nota para la hija junto al cadáver que dice lo siguiente:

No vengas…

Ya no necesitas disculparte …

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Les gusto mi chiste?

O no lo entendieron…

Va a la idea que fue dejado por…

El mecánico!.. chistoso no…

?




miércoles, 30 de julio de 2008

Hambrienta Humanidad...














Hoy mordí a una persona en la calle a causa del hambre, lo cual me recordó una historia que podría resulta interesante comentar.

Esta es la historia de la mujer llamada “La Obesa”:

En un pueblo del reino de kaiwan se comentaba la historia de una mujer que fue encerrada por sobrepasar los límites de la glotonería llegando inclusive al canibalismo.

Ella padecía de un hambre casi infinita que la obligo a pasar mas de una noche en vela llenándose mas y mas de comida.

Era una mujer excesivamente robusta y alta, de pelo corto para que no se le llegase a entrometer entre el bocado y su casi omnipotente mandíbula que era capaz de triturar huesos hasta convertirlos en un suave puré.

Por suerte esta masa poderosa, hambrienta e intimidante era también poseedora de una gran riqueza, lo que hacia posible su peculiar dieta.

Una tarde la cual uno de sus empleados como de costumbre se encontraba alimentando a esta mujer poniendo costillas de cerdo en su boca, por equivocación la gran mujer mordió la mano de este separándola de su brazo. El hombre envuelto en pánico cayo al suelo y comenzó a gritar, la mujer ante la desesperación dejo caer su gigantesca mano sobre el cuerpo del hombre dejándolo semimuerto al instante.

Pasaron solo unos segundos para que la puerta de la habitación se llenase de empleados y cocineros que estupefactos contemplaban la petrificante imagen del hombre tirado en un charco de sangre y la obesa a su lado aun masticando la mano.

Se necesitaron dos días para finalmente encarcelar a la obesa, ya que para esto se tubo que derribar mas de una pared de la casa debido a su gran tamaño en comparación a las puertas.

Los primeros tres días de encierro fueron los causantes del temor de todo el pueblo hacia la obesa, que al quedar encerrada y ver que no podría seguir con su acostumbrada comida, comenzó a gritar día y noche, propinar impresionantes golpes a las paredes de la celda, los que molían de a poco la estructura asustando a los guardias que ya temían el ser devorados al pasar cerca de la celda, por lo cual simplemente dejaron de acercarse.

Pasados estos tres días la mujer quedo en un silencio perpetuo.

Los potentes golpes propinados a las paredes de la oscura celda se hicieron costumbre y fue olvidada en la zona mas apartada de esta cárcel, esperando a que la naturaleza y el hambre se hiciese cargo de ella.

Pasaron dos años y los golpes a la prisión ya eran signo de un temor tan grande que no había hombre alguno que se acercase siquiera a ver el estado de la obesa. Ya se hablaba de su de su inmortalidad o de la maldición dejada en la prisión tras su muerte.

Un temerario soldado de la prisión decidió aventurarse en busca de la verdad de esta historia llegando hasta la celda de la Obesa.

Al llegar se dio cuenta de que no había rastro de ella, pero las paredes de su celda se encontraban trituradas casi por completo, los barrotes prácticamente colgando y un hedor abominable tan pestilente que afectaba a todos los sentidos. El soldado a pesar de tener su visión nublada a causa del constante lagrimeo, estar al borde del vomito y en un mareo cercano al desmayo continuo acercándose a la celda en busca de rastros de la obesa.

De pronto, todo se detuvo, incluso su respiración. Al ver que faltaban pedazos de la construcción el guardia comenzó a temer por su vida. La Obesa debía de haberse alimentado de los poco apetitosos trozos de cárcel durante estos años y si así era esta se encontraba aún con vida haciendo de el un suculento plato.

A causa del mareo el guardia cayo sobre los barrotes de la celda, pudiendo contemplar un par de ojos del tamaño de un puño cada uno que lo miraban fijamente y casi pegados a el, pensando en…. Ya es tarde… Sintió como poco a poco trozos de su cuerpo entraban en la celda directo a una mandíbula que no perdono hueso alguno.

La poderosa obesa luego de probar semejante delicia tras sus años de locura y soledad comenzó a arrancar los barrotes de la demacrada celda al mismo tiempo que mas guardias llegaban hasta sus aposentos, algunos caían desmayados producto de la pestilencia, mientras otros comenzaron a descargar plomo de sus mosquetes, el cual nada hacia ante el duro cuero que cubría todo el cuerpo de la gigantesca caníbal.

La pestilencia y el pánico termino por dejar a todo soldado tirado ante la abominable mujer que apenas pudo liberarse de su encierro no dudo a la hora de tomar al primer soldado que encontró levantarlo por un brazo y comenzar a desgarrar sus miembros uno a uno echándolos dentro de su boca masticándolos y tragándolos aceleradamente.

De esta misma manera devoro a todos los guardias que nada pudieron hacer para salvar sus indefensas vidas.

El pueblo?

Algunos pudieron huir y contar la historia.

Otros... como dicen…

No tenían estomago suficiente para soportar la pestilencia sin desmayarse…

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Quiero dar las gracias a todos los lectores del blog ya que gracias a ellos en pocos días estamos alcanzando las cien visitas.

Hay ideas de pronto comenzar una especie de miniserie, pero por el momento prefiero comentar solo eso…


lunes, 28 de julio de 2008

Recuerdos frágiles

Hoy recordé una de las cosas que hablaba con la niña del pasillo, lo cual me llevo a pensar que tras no encontrar alguna inspiración externa viva puedo hablar de la nacida infante muerta.










Varias noches despertaba entre eso de las dos y las cuatro de la mañana a veces incluso un poco mas tarde esta pequeña niña con su llanto que entre suspiros y sonidos lastimosos incomodaba el gran trabajo que podía resultar continuar durmiendo.

Lugo de un par de semanas y de haber vuelto a los trabajos nocturnos note que esta pequeña niña a ratos espiaba.

Intentar hablar con ella, por mas que lo intente se volvía cada vez una meta mas inalcanzable lo cual eventualmente me llevo a hacer costumbre el trabajar siendo espiado por ella e intentar no prestarle atención para no asustarla, ya que su corrida al living de la casa cuando lograba cazarla con una ojeada no solo me obligaba a soltar un par de carcajadas y perder toda la concentración alcanzada sino que también me significaba un pacto inviolable a escuchar sus llantos y sentir como la angustia se apoderaba de esa esena en la película de mi vida.

Fue una noche cuando ya finalizado mi trabajo, yo dispuesto a acostarme y solo cuando ella quiso. Solo cuando pasado un buen tiempo de espiar molestar y llorar se sintió con la suficiente confianza y seguridad (tal vez por mi cansancio) de acercarse y decir…

Puedo preguntarte algo?

Mañana… Ahora estoy cansado…

A la noche siguiente antes de comenzar con la rutina de trabajo nocturno, a mi lado esta niña me sonríe, ya con mas confianza pero aun así con vestigios de duda y preocupación.

Le pregunte a la niña que era lo que deseaba saber y para mi sorpresa ella pregunta:

Soy un fantasma?

Es que creo que lo soy… pero… no me acuerdo de haber estado viva alguna vez, no recuerdo nada antes de llegar aquí y si soy un fantasma no se que pasa…

Por razones claras, me fue imposible dar alguna solución definitiva o una respuesta que la provocase en ese momento.

Además, en vista de la gran preocupación de esta niña, no quise siquiera comentarle que una de las posibles razones de no tener recuerdo alguno seria que su cerebro probablemente yacía muerto junto con su cuerpo en algún lugar.

Este fue el comienzo de un gran rompecabezas hecho tal vez especialmente para una persona con problemas existenciales.

Incontables dudas y posibilidades surgieron, con el paso del tiempo muchas de estas fueron discutidas con la niña que a su vez se encariñaba un poco mas con su “vida”…

Claro…

Su vida…

Puede sonar extraño pero, existía, recordaba, tenia emociones y mas importante aun…

Un motivo.

Mi fantasmagórica amiga al comprender esto… murió…

El existencialismo puede ser tan cruel como la vida, pero tan fascinante como la existencia.

martes, 15 de julio de 2008

Una muestra perfecta de su mundo: Brutal, fetal y falsa...





Bueno, ha pasado un tiempo desde que se oyó salir de mí una serie de sonidos que figuraban una frase la cual comprometía una futura acción mía… Me haré un blog… Es tal vez una petición del destino o un simple capricho propio la deciión de comenzar con un relato referente al titulo del blog así que sin mas demoras comenzare.

Oxido.

Hoy desperté con los ojos abiertos y un leve ardor en ellos, además de esto sentía la cabeza pesada y como si mi piel se estuviese estirando, intente parpadear pero no podía, comencé a asustarme, de hecho este mismo miedo no solo me hacia temblar, sino que también hacia que me congelara con solo pensar en tocarme la cara para descubrir que ocurría.Un golpe al pecho, como el disparo que inicia una carrera me hizo saltar de la cama, con un palpitar cada vez mas rápido e intenso en mi interior. Corrí en busca de un reflejo que pudiese mostrarme que ocurría.
Al llegar a la ventana, es cierto que este palpitar intenso y acelerado en mi corazón decidió calmarse, de hecho se transformo en un leve y casi imperceptible tic...tac... El cuerpo entumecido y tambaleante. No era yo…No podía ser mi cara lo que veía, una obra bizarra, imitando las facciones faciales de un ser humano de la forma mas maquiavélicamente planeada para ser vista alguna vez por alguien.Una muestra de horror puro hecho a base de oxido se posaba sobre mi cuello al punto de casi tapar la garganta, lo cual por si fuera poco me hacia jadear dándole así la guinda a esta obra maestra del gourmet de las atrocidades.
Luego de un buen rato contemplando lo que veía hasta que de alguna manera pude asimilar lo que ocurría, lo suficiente como para reaccionar.Me di cuenta de que no solo estaba imposibilitado para parpadear, tampoco podía mover la boca y mucho menos hablar o comer…
Prepare todo lo necesario para dirigirme hacia el hospital mas cercano, desde una manta color naranjo que cubría mi cara hasta lápiz y papel para poder comunicarme…Al llegar a la puerta, me doy cuenta de que la ranura para la llave estaba soldada, la manilla estaba fija y esto dejaba en claro algo.Una noticia un poco mas perturbadora…
En estos momentos, la esperanza de que fuese algún tipo de enfermedad extraña, desaparecía al mismo tiempo que se comenzaba a producir en mi una angustia, miedo, rabia y ciertos vestigios de pena que poco a poco hacían mas inesperada hasta para mi la reacción que pudiese tomar en ese momento. El tambaleo incesante de mi cuerpo comenzó a mezclarse con los temblores del mismo. Sentía lagrimas que quemaban como acido el horrendo remedo de cara oxidada y ya frenéticamente vibrante a causa del la angustia, que me hizo estallar pateando la puerta. Al instante mi cuerpo se congelo completamente por culpa de un pequeño crujir de mi cuello.Mi pecho automáticamente se lleno de aire, mis hombros encogidos y mis manos sujetando la cabeza de oxido que por poco cae al suelo.
Por un momento pensé que no era mas que una invención propia producto del miedo, idea que murió al sentir un calorcito que bañaba mi cuerpo. Efectivamente es como ya mi lector debe estarse imaginando.Mi sangre, como esperma de vela poco a poco recorría mi cuerpo hasta llegar al suelo y esparcirse junto con lo que quedaba de v
iida en mi.
PuedeE ser que seamos mucho mas vulnerables al dormir
GeneralmentE es mas difícil asimilar el ser dañados despiertos
SiemprE una mente siniestra podrá romper ese margen...